viernes, 25 de abril de 2014

Esperpentico

Esperpentico
Si Ramón María del Valle Inclán despertase de su sueño eterno, no tendría inconveniente en aceptar como producto de su fantasía el siguiente relato, que no tiene nada de irreal. Ocurrió en la localidad gaditana de San Roque. Regocijémonos.

El Ayuntamiento de San Roque, como ya hemos dicho un pueblo de la provincia de Cádiz, compró un burro para adornar el belén viviente que, cada año, instalan en las fiestas navideñas. Algo que se puede considerar normal, pero...
Un vecino ha demandado a los garantes del animal por la irresponsabilidad que han mostrado en un hecho luctuoso provocado por el burro de marras. Cuando una hermosa vaca estaba pastando en un terreno propiedad del demandante, el burro entró en el recinto y persiguió al rumiante. Éste (el rumiante) intentó huir pero, con tan mala suerte, que cayó por un terraplén, se despeñó y se murió.
En su demanda, el vecino indica que el burro entró en su terreno y acosó sexualmente a la vaca (también de su propiedad). El Ayuntamiento considera que fue la vaca la que provocó al burro. Un concejal, llamado José Lara, explica su particular visión de los hechos: "Se trata de un burro joven, con mucha fuerza, y claro, al salir la vaca completamente desnuda, con las tetas al aire, pues igual el animal se salió de madre y embistió".
Cuentan las crónicas que tendrán que ser ahora los servicios jurídicos del Ayuntamiento los que deberán decidir si hubo o no acoso sexual del burro sobre la vaca.

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